jueves, 30 de septiembre de 2010

36.Speech of Senator Lugar Discurso de Lugar para la Conferencia de Entrenamiento sobre Estado de Derecho para Fiscales Mexicanos


Speech of Senator Lugar
Discurso de Lugar para la Conferencia de Entrenamiento sobre Estado de Derecho para Fiscales Mexicanos
Monday, September 27, 2010
El Senador de los Estados Unidos Dick Lugar dará este discurso para la Conferencia de Entrenamiento sobre Estado de Derecho para Fiscales Mexicanos en Indianápolis el domingo, 26 de Septiembre, 2010.
 
Me gustaría agradecer a mi buen amigo Procurador General Greg Zoeller por invitarme aquí hoy. Me siento orgulloso del trabajo que él y el Gobernador Daniels han emprendido para fortalecer la relación entre Indiana y México.
 
Greg tomó la iniciativa de entrar en un acuerdo con el Procurador General Rommel Moreno Manjarrez de Baja California, para proveer entrenamiento sobre el Estado de Derecho a sus fiscales e investigadores. Este esfuerzo es importante, particularmente mientras México trabaja para fortalecer su sistema legal en su batalla contra el crimen organizado, comercio de drogas, tráfico humano, y muchos otros problemas de seguridad que desafían a nuestros vecinos al sur.
 
La contribución proactiva de Indiana respalda a la Iniciativa Mérida, una sociedad plurianual, federal para proporcionar equipo y entrenamiento en apoyo de los esfuerzos de la aplicación de la ley para contener el flujo de narcóticos ilegales a través de Estados Unidos, México, y Centro América. La Iniciativa Mérida ha abierto una nueva era de cooperación entre Estados Unidos y México en la aplicación de la ley que es mucho más extensa que cualquier cosa tratada previamente. Los riesgos son altos para ambos países. Las organizaciones transnacionales de tráfico de drogas que operan desde México representan la amenaza más inmediata de seguridad nacional enfrentada por Estados Unidos en el hemisferio occidental. Para México, degradar la capacidad e influencia de los cárteles es casi un objetivo existencial de seguridad nacional.
 
Debido a la Iniciativa Mérida, las agencias de seguridad relevantes en ambos lados de la frontera han fortalecido la cooperación, establecido comunicaciones regulares, e intercambiado información rutinariamente a un nivel operacional. Este salto adelante en la colaboración ha resultado en un progreso dramático en capturas de drogas y extradiciones. Quizás más importante, nuestra colaboración con México ha ayudado a crear un marco institucional que no existió previamente para luchar contra el crimen organizado y el tráfico de drogas. Este marco es esencial si el progreso contra los cárteles va a ser sostenido con el tiempo.
 
En 2010, la urgencia de esta tarea es elevada por el dramático crecimiento de la violencia relacionada con la droga. Por estimaciones conservadoras, de enero a julio de este año, más de 6,000 personas murieron en México por homicidios relacionados con el cártel, un aumento del 89 por ciento durante el mismo período el año pasado. Estas muertes agregan al total de casi 30,000 personas asesinadas por la violencia de tráfico de drogas en México desde 2006, según reportes de prensa usando datos del gobierno mexicano.
 
El Presidente Calderón ha logrado significativas victorias gubernamentales contra las organizaciones de tráfico de drogas, incluyendo la captura de algunos líderes del cártel. Pero la violencia e intimidación continúan acongojando a muchas regiones de México. Esta influencia del cártel previene el reportaje completo de la violencia del comercio de drogas, corrompe muchos funcionarios locales, inhibe el establecimiento de industrias creadoras de empleos legítimos, y socaba la libertad personal de ciudadanos que respetan la ley. Aunque los cárteles sean impulsados por el comercio de drogas enfocado en Estados Unidos, la violencia y criminalidad se han extendido mucho más allá de la defensa de rutas lucrativas de drogas y la infraestructura del tráfico. Cada vez más, las pandillas están complementando sus ingresos con secuestros, extorsión, y otros crímenes. El descubrimiento de agosto en un rancho en el noreste de México de más de 72 inmigrantes asesinados que estaban haciendo su recorrido hacia Estados Unidos subrayó los peligros de esta lucha. El riesgo más grande es que el poder del cártel en la vida diaria mexicana llegue a ser tan penetrante y económicamente arraigado que las autoridades mexicanas pierdan la capacidad de entregar servicios y mantener seguridad en amplias regiones del país.
 
Las guerras de la droga en México han adquirido algunas características de una narco-insurrección. Incluso si no tienen ningún intento ideológico o revolucionario, los cárteles andan tras sus objetivos políticos además de sus objetivos económicos. Están intentando limitar o negar el control gubernamental en partes de México. Los cárteles están trabajando para convencer a la población de que la ofensiva militar y reformas políticas del Presidente Calderón son fútiles  y, de hecho, la causa del espiral de violencia. Además, una variedad de reportajes indican que en buscar el consentimiento gubernamental para sus actividades, por lo menos un cártel ha complementado la intimidación usual y esquemas de sobornos con el apoyo activo de candidatos amigables al cártel   
 
Debido a los métodos excepcionalmente macabros usados por los sindicatos del crimen organizado mexicano, es comprensible que los ciudadanos mexicanos estén atemorizados y preocupados por el futuro de su país. En tales circunstancias, mantener el apoyo político para la acción gubernamental contra los cárteles puede ser extremadamente difícil. Pero es vital que el gobierno mexicano persista hasta el final y que Estados Unidos fortalezca su apoyo a estos esfuerzos a través de la implementación completa de la Iniciativa Mérida.
 
Recientemente, la administración Obama decidió retener 26 millones de dólares en ayuda a México, recomendando que el gobierno mexicano dé más poder a su comisión de derechos humanos para tomar fuertes medidas contra soldados abusivos. Estados Unidos debe seguir siendo un fuerte defensor de los derechos humanos y el Estado de Derecho. Pero incluso mientras trabajamos con las autoridades mexicanas para frenar abusos, no debemos retrasar la implementación de la Iniciativa Mérida. De hecho, la completa implementación de la Iniciativa Mérida ayudaría a lograr reformas judiciales en México que reforzarían los derechos humanos.
Tenemos un interés altruista en ayudar a nuestros socios mexicanos a superar los sindicatos del crimen que amenazan la seguridad de México. Pero también tenemos un propio interés profundo en este objetivo. La mayor parte de la violencia ha permanecido al sur de la frontera, pero hay una creciente infraestructura en los Estados Unidos atada a los cárteles mexicanos, incluyendo redes de distribución, casas seguras, y operaciones de lavado de dinero. Es decir, el problema ya está dentro de Estados Unidos -- no es sólo un asunto de la frontera.
 
Más allá de las preocupaciones por el desbordamiento de la violencia, es importante que los estadounidenses aprecien el grado al cual la estabilidad histórica en Norteamérica contribuye a la prosperidad y seguridad de Estados Unidos. Durante muchas décadas hemos dado por sentado los beneficios de las relaciones pacíficas con los países fronterizos. Nuestros vecinos han estado entre nuestros socios comerciales más importantes, con Canadá clasificando actualmente primero en comercio con Estados Unidos y México clasificando tercero. Históricamente, pocas grandes potencias han disfrutado del tipo de estabilidad regional sostenida y de amistad que nosotros hemos experimentado.
 
Por otra parte, la viabilidad de México tiene implicaciones definidoras para todo Centro América, e influenciará profundamente el futuro del Caribe y de  Suramérica. Dado al tamaño de México, la localización geográfica, y la importancia cultural, las ambiciones de muchos países latinoamericanos sufrirán si el progreso económico y social mexicano es refrenado por un descenso dominado por el cártel anárquico. En ese evento, Estados Unidos espera tener relaciones comerciales muy fuertes que ayuden al Hemisferio Occidental a competir con China, Japón, y la Unión Europea tendría que ser reducida.
 
La extrema magnitud de estos desafíos requiere que Estados Unidos y  México continúen profundizando sus relaciones como socios. La Iniciativa Mérida está entrando en un período crítico, con implicaciones importantes para la seguridad nacional de Estados Unidos y México.
La buena noticia es que la Iniciativa Mérida ha creado los medios para luchar juntos contra estas amenazas. Nuestros esfuerzos cooperativos serán más eficaces si las autoridades estatales y locales están involucradas como  están en la conferencia de hoy. Si las autoridades mexicanas tienen éxito en construir una capacidad a nivel nacional en áreas claves del sistema judicial, es probable que veamos un progreso más rápido. Esto es especialmente importante con respecto a la reforma de la policía local, estatal y federal de México.
 
Cerca de 3,200 policías federales mexicanos, casi una décima parte de la fuerza, han sido despedidos este año bajo nuevas reglas diseñadas para eliminar a oficiales deshonestos y modernizar la aplicación de la ley. La limpieza de la casa es parte del reacondicionamiento de la fuerza de 34,500 policías federales fuertes del Presidente Calderón. Este es un componente necesario de la campaña más amplia para el Estado de Derecho. Más reforma en esta dirección permitiría que el país cambiara del uso frecuente de militares contra las fuerzas del cártel al uso específico de militares en apoyo de operaciones de la aplicación de la ley.
 
Por nuestra parte, Estados Unidos debería emprender una revisión amplia de otros pasos que los militares de Estados Unidos y la comunidad de inteligencia podrían tomar para ayudar a combatir los cárteles mexicanos en asociación con el gobierno mexicano. Estos pudieran incluir nuevas formas para desplegar aviación, vigilancia y bienes de inteligencia conjunta. Debemos también considerar cómo podemos mejorar la interdicción de armas dirigidas hacia los cárteles mexicanos desde Estados Unidos. La victoria final en esta guerra requerirá mejorar las capacidades y adaptar las tácticas para enfrentar las amenazas cambiantes del cártel.
 
Aunque mucho queda por hacer, me siento animado por la colaboración entre Estados Unidos y México, según lo evidenciado aquí hoy. El éxito requerirá más compromiso, confianza mutua, y respeto por la soberanía de cada nación. Aprecio cada uno de sus esfuerzos hacia el establecimiento de relaciones más fuertes de Estados Unidos y México, así como también los talentos que ofrecen ustedes en mejorar la aplicación de la ley y procedimientos judiciales. Estoy seguro que los funcionarios estadounidenses y mexicanos aprovecharán la oportunidad para reafirmar y expresar nuestro compromiso compartido para enfrentar los desafíos de seguridad en el espíritu de la mutua amistad. Gracias.
 
 
 
 

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